Se corta el lomo en tacos y se fríe en una sartén, salpimentando al gusto. Una vez que esté
bien sellado, se retira y se aprovecha el jugo que ha dejado para sofreír el ajo y la cebolla. En
otra sartén o cazuela, se mezcla el cerdo con el rehogado, añadiendo la salsa de tomate
casero, dejando cocinar. Aparte, se sofríen unos pimientos riojanos en tiras, añadiendo a la
cocción principal. Por último, freiremos unos pimientos entreverados, rojos y verdes, en
fresco, para darle al plato más sabor y color.
Una vez integrados todos los ingredientes, se deja reposar unos minutos y se sirve, con pan de pueblo y con un buen porrón de vino de Rioja. Un plato tradicional para disfrutar en familia y con arraigo familiar.