En La Rioja la repostería es uno de los lujos confesables que a nadie dejan indiferente. La artesanía y la producción tradicional, principalmente, obra maravillas con los típicos fardelejos o los famosos mazapanes de Soto. Mención aparte merece el Pan Sobado de La Rioja, primera calidad en elaboración e ingredientes, respetando procedimientos tan arraigados en la región.